Por el contrario, el megaproyecto Chapultepec, Naturaleza y Cultura volverá a acaparar el 25 por ciento de un presupuesto que, sin bien es asignado a la Secretaría de Cultura, termina siendo gestionado en su mayoría por el Gobierno de la Ciudad de México, principal beneficiario de un desarrollo que ha sido reiteradamente criticado por centralista y dispendioso.
De aprobarse tal y como fue planteado por el Ejecutivo, el gasto para el sector cultura ascendería a 15 mil 28 millones de pesos, es decir, con un aumento de mil 43 millones que, no obstante, debe ser leído con cautela.
"Esto, en sí mismo, podría parecer una buena noticia, pero hay que desglosar un poco lo que está sucediendo en esto", previene el especialista en gestión cultural Carlos Villaseñor.
Para empezar, explica, el crecimiento que se proyecta para todo el Presupuesto de Egresos, del 13 por ciento, no es el mismo para el sector cultura, que se rezaga con tan sólo un 7 por ciento.
"Observamos que el Ramo 48 (Cultura) no sigue el mismo ritmo de crecimiento que el presupuesto en general", observa Villaseñor.
De igual forma, el Gobierno de la "4T" no ha logrado revertir la tendencia de participación decreciente de la cultura en el presupuesto.
"La participación que tiene el presupuesto de cultura dentro del monto total del PPEF baja del .22 al .21 por ciento. Una bajada mínima, pero sigue la tendencia", explica.
El economista Antonio Mier Hughes, colaborador del Movimiento Colectivo por la Cultura y el Arte en México (Moccam), concuerda en que el presupuesto que se propone para el 2022, aunque mayor, no representa una diferencia sustancial debido a la distribución del mismo.
"Los aumentos son marginales. Éste parece ser un presupuesto de mantenimiento, de 'vamos a dejar que operen, vamos a sacar un proyecto grande (Chapultepec), pero mientras que las cosas se mantengan'", lamenta.
La decisión de a qué dependencia o dirección asignar los recursos, previenen ambos, agrava todavía más una situación complicada.
Un año más con lo justo
Una revisión del PPEF 2022 arroja una conclusión preocupante: de todas las dependencias bajo la responsabilidad de la Secretaría de Cultura, tan sólo el INAH y el INBA logran superar -de forma marginal- el presupuesto que les fue asignado para 2020, todavía antes de la pandemia.
De esta manera, entidades como el IMCINE, Canal 22, Radio Educación, el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI), la Cineteca Nacional y Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM) operarán, todas, con un presupuesto inferior al del 2020.
En el año en curso, asimismo, todas estas dependencias fueron castigadas con recortes presupuestales, precisamente, cuando más recursos se necesitaban para hacer frente a la contingencia de salud.
El IMCINE, por ejemplo, recibiría en 2022 un presupuesto de 201 millones 276 mil pesos, que es casi 10 millones de pesos superior al del año en curso, pero todavía 36 millones 500 mil pesos inferior al del 2020.
Lo mismo ocurre con Canal 22, que, con 134 millones 585 mil, lograría remontar 4 millones 500 mil con respecto al 2021, pero que permanecería 21 millones de pesos abajo con respecto a su presupuesto del 2020.
"Esto implica que, con menos dinero del que teníamos en el 2020, tenemos que atender nuevas necesidades", puntualiza Villaseñor.
"Con un presupuesto menor al asignado en el 2020, muy diferente en la gran mayoría de los casos, menor, no se tienen los recursos mínimos suficientes para sacar adelante este compromiso de manera adecuada de reabrir después de la pandemia", abunda.
El caso del INAH y el INBA, que en este año y el año pasado han incurrido en impagos con sus trabajadores contratados por honorarios, los llamados Capítulo 3000, y han tenido que operar con recursos escasos para sus actividades culturales, sí superan el presupuesto del 2020, pero de forma insuficiente.
"Sí hay una cantidad un poco mayor, pero es el caso típico donde se requiere más recursos para abrir toda la red de museos, todos los centros de investigación, todas las bibliotecas y esto demanda recursos adicionales", reflexiona Villaseñor.
"Al menos el INAH, una quinta parte por lo menos de sus presupuestos vienen de sus recursos autogenerados, producto de las entradas a las zonas arqueológicas, a los museos, que prácticamente tiene año y medio de no recibir", amplía.
Uno de los principales problemas, concuerdan Villaseñor y Mier, reside en que gran parte de los mil 43 millones de pesos adicionales para el 2022 se están dirigiendo a actividades que no son sustantivas para el sector, es decir, que no atienden necesidades estrictamente culturales, sino administrativas.
Esto es evidente en los aumentos que recibieron áreas de la Secretaría de Cultura, como la Unidad de Administración y Finanzas, la Unidad de Asuntos Jurídicos y la Dirección General de Administración, que se llevan más de la mitad de los mil millones adicionales.
"Pienso que este recurso, al menos como está distribuido, tendrá un fin general para sufragar gastos en general, con alguna nota de discrecionalidad puesto que no están orientados a un programa específico", alerta Villaseñor
"Lo que sí es claro y, estructuralmente sí es un hecho, es que de esos mil millones, se va a incrementar el presupuesto de áreas que no tienen asignadas actividades sustantivas del sector", completa.
Por otro lado, algunas direcciones de la SC con proyectos culturales importantes tendrán caídas presupuestales.
"Al contrario, hay áreas sustantivas, como es la Dirección General de Sitios y Monumentos, que todavía tiene numerosos monumentos históricos pendientes de restauración, producto del sismo del 2017, que en lugar de recibir un incremento, tenga un decremento", declara Villaseñor.
Esta dirección pasará de 410 millones 196 mil en este 2021, a 404 millones 702 mil en el 2022.
"Tal vez se pueda alegar que es marginal, pero, ¿cómo justificar que se le incremente a otras áreas adjetivas sin que áreas sustantivas tengan recursos que son indispensables para cumplir una tarea que ya tiene un rezago de, por lo menos, cuatro años"
En su análisis del proyecto, Antonio Mier, quien también forma parte del Grupo de Reflexión sobre Economía y Cultura (Grecu), reconoce que en algunos aspectos se han puesto "parches" para problemas que surgieron este año.
Uno de ellos tiene que ver con la Fonoteca Nacional, que en este 2021 tuvo un conflicto laboral debido a la imposibilidad presupuestal para recontratar a sus empleados Capítulo 3000.
En el proyecto de presupuesto para el 2022, Mier encontró un aumento sustancial en ese rubro de gasto para remediar este hecho en la Fonoteca, pero no una reforma integral para que este problema, que es general a todas las dependencias, pueda resarcirse.
"¿Por qué no vamos a tratar de corregir esas aberraciones laborales que se vienen cometiendo desde el pasado en vez de canalizar una buena parte de los recursos a Chapultepec?", lamenta el economista.
Otra variante importante del proyecto para el año entrante, explica, es la necesidad de incluir en el presupuesto los recursos para sustituir a los fideicomisos que fueron suprimidos, como los de apoyo al cine y al Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA), que han seguido operando sin interrupción.
A esto corresponde un aumento en el rubro de subsidios, que irán, en parte al Programa Nacional de Reconstrucción (332 millones) y al fomento al cine mexicano (110 millones).
Lo anterior, no obstante, sigue quedando a deber.
"Al haber desaparecido los fondos del cine, en lugar de usar la alcancía, que el Gobierno llamaba 'intermediarios', ahora hay que hacer asignaciones directas desde el presupuesto, y 110 millones puede que no sea gran cosa para una actividad que es altamente generadora de empleos, como es la producción cinematográfica", detalla.
Lo único que pareciera intocable para el Gobierno en turno es el Proyecto Chapultepec.
Centralizan recursos con Chapultepec
Con 3 mil 823 millones de pesos, el Proyecto Chapultepec, Naturaleza y Cultura volverá a llevarse un cuarto del presupuesto total para el sector en el 2022.
De acuerdo con Antonio Mier, esta asignación, proyectada como gasto de inversión del sector, se quedará sólo en el centro del País.
"Todo lo que está marcado como gasto de inversión, ni siquiera lo va a ejercer la Secretaría (de Cultura), se lo van a quitar, como en este año, y se transfiere al Gobierno de la Ciudad de México", señala.
fuente: elnorte.com
Cd. de México (12 septiembre 2021).- Las instituciones que dependen de la Secretaría de Cultura no recibirán en 2022 el presupuesto que necesitan para remontar los daños causados por la pandemia de Covid-19.
Enviado a la Cámara de Diputados la semana pasada, el Proyecto de Presupuesto de Egresos 2022 contempla un aumento para el sector cultura que, sin embargo, no alcanza a devolver a la mayoría de sus dependencias a los niveles de gasto previos a la emergencia sanitaria.
Enviado a la Cámara de Diputados la semana pasada, el Proyecto de Presupuesto de Egresos 2022 contempla un aumento para el sector cultura que, sin embargo, no alcanza a devolver a la mayoría de sus dependencias a los niveles de gasto previos a la emergencia sanitaria.
Ahogados por requisitos monetarios adicionales para hacer frente a la pandemia, y todavía sin poder llegar a los niveles de ingresos autogenerados por boletaje o visitas que antes eran habituales, los organismos culturales del País tendrán que pasar un año más en la insuficiencia presupuestal.
En marzo de este año, la Secretaría de Cultura firmó un convenio con la Ciudad para reasignar 2 mil 637 millones de pesos de su presupuesto, mismo que está siendo usado para pagar 45 contratos de obras gestionados por la capital desde diciembre del 2020.
Gran parte de estas obras, critica Mier, no son de índole cultural, sino de movilidad para la mega urbe.
"Es un proyecto centralista que incluye obras de movilidad que no tienen nada que ver con la cultura y que no aporta nada, porque es contrario incluso a los mismos principios del programa sectorial de cultura del gobierno que habla de la descentralización de la cultura", denuncia.
"Este proyecto es todo lo contrario, la va a centralizar y está absorbiendo recursos que, en estos tiempos que estamos viviendo, podrían ocuparse para apoyar a la comunidad cultural porque, realmente, es una de las más afectados por la pandemia", agrega.
Diversos integrantes de la comunidad cultural, como el Moccam o el Frente Pro Museos, han denunciado reiteradamente que destinar esa cantidad de recursos en un proyecto para la capital, y no para salvar de la quiebra a los agentes culturales del todo el País, representa una afrenta a los derechos culturales.
Para cuando termine el sexenio, el Gobierno habrá gastado 8 mil 700 millones de pesos en todo el proyecto Chapultepec, Naturaleza y Cultura, el prioritario de todo el sector.
Mientras tanto, año con año, como el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2022, la recuperación integral a las dependencias de cultura tras la pandemia continúa postergándose.
Gran parte de estas obras, critica Mier, no son de índole cultural, sino de movilidad para la mega urbe.
"Es un proyecto centralista que incluye obras de movilidad que no tienen nada que ver con la cultura y que no aporta nada, porque es contrario incluso a los mismos principios del programa sectorial de cultura del gobierno que habla de la descentralización de la cultura", denuncia.
"Este proyecto es todo lo contrario, la va a centralizar y está absorbiendo recursos que, en estos tiempos que estamos viviendo, podrían ocuparse para apoyar a la comunidad cultural porque, realmente, es una de las más afectados por la pandemia", agrega.
Diversos integrantes de la comunidad cultural, como el Moccam o el Frente Pro Museos, han denunciado reiteradamente que destinar esa cantidad de recursos en un proyecto para la capital, y no para salvar de la quiebra a los agentes culturales del todo el País, representa una afrenta a los derechos culturales.
Para cuando termine el sexenio, el Gobierno habrá gastado 8 mil 700 millones de pesos en todo el proyecto Chapultepec, Naturaleza y Cultura, el prioritario de todo el sector.
Mientras tanto, año con año, como el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2022, la recuperación integral a las dependencias de cultura tras la pandemia continúa postergándose.
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